Movimiento de Mujeres


(Publicado en Semanario Hoy Nro 713 Año XVI 3 de junio de 1998)
Movimiento de Mujeres en Lucha: parando remates.
Uno más y van…
26 de mayo en el sur santafesino; recién amanecido el recuerdo de la gesta patriótica, en los ojos de Laureano brillaban al mismo tiempo la preocupación y la esperanza. Había aprendido como espectador de otros remates que no es bueno estar solo, que es mejor estar con otros como uno, campesino pobre a punto de perder sus hectáreas por culpa de usureros y de esta “justicia” más ciega que nunca. Con otros, luchar. Por eso nos convocó y sus vecinos y amigos se aprestaron junto con nosotras para cerrar la entrada del Juzgado de Paz del pueblo. Cantamos el Himno Nacional (azorados los tres sujetos de traje y corbata que salieron a anunciar el remate, y expectantes los lugareños). Explicamos a que íbamos, que no es justo que sigan los remates de la gente de campo que quieren pagar pero no la dejan, porque le exigen lo que no tiene. También explicamos que hoy es uno pero van a ser más las víctimas si no lo impedimos, porque este gobierno nacional quiere que la tierra quede en manos de un puñado de terratenientes.
El más oscuro de los trajeados, emulando a algún pregonero del virrey, anunció: “debo obedecer las órdenes y la ley, y se pedirá presencia policial para permitir el remate”. Esperamos en la vereda. Algunos de los que habían ido interesados en hacer un negocio se retiraron (en nuestras palabras no faltó la apelación a la dignidad). Cerca del mediodía las autoridades salieron a anunciar: “se suspende el remate”.
Alborozo, alegría, abrazos y apretones de mano. Al rato, alrededor de la mesa, Laureano dijo: “acá nunca pasó algo así, ahora nada será igual. La próxima vez avísenme que los voy a acompañar”.
Estamos agradecidas a la gente del pueblo que nos apoyó, y a la vecina y amiga que nos abrió las puertas de su casa para festejar el triunfo de Laureano y del Movimiento de Mujeres en Lucha.


(Publicado en Semanario Hoy Nro 875 Año XVII 22 de agosto de 2001)
Más de 15.000 mujeres en La Plata.
Masivo encuentro opositor.
La culminación del primer plan de lucha con el corte de rutas de 72 horas, acordado en la asamblea realizada en La Matanza, en el que se exigió la liberación de los luchadores populares presos y dar marcha atrás con el ajuste, donde se logró unir a desocupados, docentes, estatales, comerciantes, jubilados, estudiantes, campesinos y otros sectores en la ruta y en las multisectoriales, tiñó el encuentro. Fueron muchas las mujeres que después de estar sobre la ruta tres días, hicieron un esfuerzo inmenso para volver a salir de sus casas tres días más, para estar en La Plata.
La crisis económica dificultó como nunca el viaje. Fueron innumerables las compañeras que estaban anotadas para participar y no pudieron hacerlo, y siguieron atentas a lo que iba sucediendo. En las que vinieron, estaban también las que queriendo hacerlo no pudieron, como en Gobernador Gálvez, donde fue muy emotiva la despedida entre las que se iban y las que se quedaban.
Las inundaciones con cientos de evacuados también fueron una de las dificultades a vencer. Pero las dificultades se vencieron y, como tantas veces estalló en las fuertes voces de las miles: “Que momento / a pesar de todo / les hicimos otro Encuentro”.
Después de la apertura funcionaron alrededor de 100 talleres en los que las mujeres se animaron a decir, de igual a igual, lo que pensaban. La presencia de luchadoras populares, en una Argentina movilizada, tiñó el debate en esos talleres.
En este encuentro se expresó el salto cualitativo que dieron las mujeres en ese camino de ida y vuelta, entre su destacado protagonismo en la lucha y el necesario cuestionamiento de su rol sumiso y de opresión asignado por esta sociedad en la familia.